buenos días caracas

por fin estamos en casa. han sido dos día de poner orden, de limpiar, de ir al supermercado y poner cosas en la nevera vacia, regar las matitas secas del balcón. reencontrame con mi familia y amigos. ayer el chupe de pollo de romelia me alegró el corazón y me hizo sentir en casa.

la balanza da su veredicto: 4 kilos adicionales. siempre estoy luchando con el peso, la verdad frente al espejo me deprime. ya se los comentarios de cada persona que vea en la calle: ah si engordaste, mira y te hechas unos kilos no?, la buena vida no?. no se por que azón la gente te tiene que restregar en la cara los kilos de más, como si uno fuese ciego o tonto o su opinión venenosa ayudara en algo. en fin a dieta estricta, desde hoy espero en un mes volver a la normalidad. es muy dificil contralar el peso en el rodaje, el caracas tuve un gran catering y no engorde ni un gramo. en argentina...

para compensar el sentirme tan mal, daniel me regaló una crema increible comprada en el aeropuerto, el envase dice tener micropartículas de oro que hacen maravillas en la piel, lo creo absolutamente. abró el empaque, primero el papel celofan, luego el sello dorado de helena rubinstein, que revelan el envase dorado elegantísimo y la palabra gold reluciendo en el frasco de vidrio. me pongo la crema esperando el milagro anunciado, en unos días tendre una piel esplendida. necesito combatir los estragos del invierno en mi piel, en mi cabello, en mi cuerpo y en el alma.

caracas esta bellísima, todo es verde alrededor. brisa sueve, olor a tierra mojada, sol radiante y cielo azul. el avila majestuoso al que saludar desde la ventana -cada mañana me asomo al balcón y le hago una reverencia y le doy y me doy los buenos días- helga esta en la casa contenta en su cojín rojo. tomamos te con daniel y le damos los buenos días a caracas.